Malaquías 1:1–2:7
Decoración en el Santuario
Uno de los mayores desafíos del pueblo judío es mantener la debida decoro en sus Bet Haknesset y Bet Hamidrachi. Aunque nuestros Santuarios están dedicados al servicio solemne de HaEL y al estudio profundo de la Torá, nuestro pueblo parece sentirse demasiado cómodo dentro de sus estructuras sagradas. ¿Cuál es la raíz de este problema y cómo podemos abordarlo eficazmente? La Aftarah/Haftará de esta semana nos brinda algunas claves para comprender nuestro dilema y nos ayuda a abordar este asunto preocupante.
Privilegios Sacrificiales Tempranos
Malaquías Hanavi habló al pueblo judío poco después de su regreso a Eretz Israel y los reprendió por su falta de respeto hacia los sacrificios ofrecidos en el Bet Hamikdachi.
Dijo en nombre de Hashem: «Os he mostrado mi amor... pero si soy vuestro padre,
¿dónde está mi honor?... Los sacerdotes deshonran mi nombre... al faltar al respeto a la porción de sus sacrificios». (1:2, 6-7). Rashi explica que los sacerdotes de aquella época no valoraban sus privilegios sacrificiales. Cuando numerosos sacerdotes dividían su porción del sacrificio en partes pequeñas e iguales, menospreciaban la cantidad que recibía cada uno.
Incluso el orden del sacrificio se trataba con ligereza, y a veces los sacerdotes consentían en ofrecer en el altar un animal cojo o enfermo por alguien, deshonrando así a HaEL. (Malaquías 1:8)
Malaquías reprendió a los cohanim por su comportamiento inexcusable y les recordó los orígenes del cohanim. Les dijo que el primer cohen demostró un respeto excepcional hacia el cohen y actuó con la mayor reverencia. Malaquías les dijo que HaEL dijo acerca de ese cohen :
«Mi pacto de vida y paz estaba con él, y le di [motivo de] reverencia. Me mostró reverencia y ante Mi nombrese humilló». (2:5)
Las palabras de HaEL se referían a Aharón, el primer Cohen Gadol (Chefe do serviço) en servir en el santuario. Aunque se le concedió acceso a la cámara más recóndita, siempre se humilló en presencia de Hashem y siempre mostró la debida reverencia al entrar en los aposentos privados de HaEL. RIF revela, según los Sabios, que la relación de Aharón con HaEL en Su Santuario superó la de todos los demássumos sacerdotes, porque a él se le concedió permiso exclusivo para entrar en la cámara más recóndita en todo momento, donde residía la Divina Presencia de HaEL, bajo ciertas condiciones sacrificiales. Sin embargo, el singular privilegio de Aharon nunca le permitió sentirse cómodo en la presencia de HaEL.

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